“No existe la vida, ni el goce sin límites”
Organizadas por el equipo directivo y el Club de Ciencias "Dr. Juan Patalagoyti" de
Asimismo, destacaron que el Lic. Pellendier, ya ha brindado distintas charlas en Ayacucho y es una persona con un lenguaje muy ameno y con buena llegada tanto en los jóvenes como adultos, por lo cual invitaron a todas las personas que quieran participar y debatir sobre un tema de suma actualidad.
Luego del encuentro con los jóvenes abordamos a Pellendier quien sostuvo que hace 14 años que trabaja en la rehabilitación de adictos y que muchas veces el consumo de drogas está relacionado a cuestiones que tienen que ver con los vínculos.
“En los últimos años, el consumo de estupefacientes experimentó un importante crecimiento, y si bien hay que establecer la diferencia que existe entre un consumidor y un adicto, muchas veces esta sociedad materialista es la que genera el consumo como una manera de calmar una angustia”, manifestó.
De la interesante charla pudimos rescatar algunos conceptos que tienen que ver con los comportamientos en la adolescencia y de la relación padres, hijos.
“La psiquis no tiene lógica, muchas cosas que hacemos no son por lógica, me pasan cosas y no me las banco, entonces me la agarro con cualquiera sin nada que ver”.
Brindó un ejemplo: “Si se queman la mano con una hornalla hacen dos movimientos: la retiran y buscan alivio, me fugo y reemplazo. La psiquis hace igual: algo te molesta, te angustia te quiebra: te fugas y buscas reemplazarlo”.
“Con la psiquis estás mal y no sabes porqué, es difícil saber porqué, eso te produce bronca, agresividad, violencia, angustia, etc. por cosas que pasan. Son llamados de atención, pero debemos saber porqué demostramos esos malestares, para saber porqué hacemos tal cosa”.
¿El que se droga algo de esto busca inconcientemente?, fue la pregunta y Pellendier prosiguió: ”Claro, pero decirle a quien se droga que no consuma es lo mismo que decirle al que se quemó la mano que no la frote contra el pelo o que no busque alivio en agua fría. Lo que hay que buscar en realidad es qué le quema para que le sea tan necesario drogarse”
También se refirió a los límites, en tal sentido señaló: “No se disfruta transgrediendo, sino que se está llamando. Siempre alguien te va a decir basta, si no te lo dicen tus viejos, te lo dice la institución y si no la calle y si no el cuerpo, en algún momento te dicen basta. No se puede vivir sin límites, no existe la vida sin límites, no existe el goce sin límites, no existe el estar siempre bien, es mentira. Y eso es la droga, es todo aquello que venga a decirte que se puede vivir sin límites”.
“Cuando aparece el límite, aparece lo jodido de vivir. Vivir te castra: no todas las cosas son como vos quisieras que sean, vos no sos como quisieras ser, ni tu cuerpo, ni tu personalidad, ni los viejos que quisieras tener, ni nada. Por eso uno de los principales factores de la salud psiquica es ver hasta donde me banco lo que me falta, es la capacidad de tolerar lo que me falta, ver que hago con el vacío que tengo. Por lo tanto los que no nos bancamos lo que nos falta estaremos un poco más enfermos que el resto (no firmes) y cualquier cosa me afectará”.
En cuanto a la adolescencia y la relación con los padres indicó: “La adolescencia no es solo una crisis para el jóven sino también para los padres de ellos porque perdieron la ilusión de que ese hijo no será como lo pensaron. La adolescencia es simbólicamente matar a los padres. El papá que no se deja ganar hijos, que no se deja meter un gol por sus hijos tiene un grave problema.
Le está costando que su hijo vaya por otro lado no le guste lo que a él le gustaba, que lo supere, entonces no le presta atención al hijo y este llama la atención de diversas formas, porque a los padres no les gusta escuchar lo que no quieren escuchar”..
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